5.2.2 El factor subrasante
Los criterios generales, ya adoptados en las Normas publicadas en lg75, pueden resumirse en los siguientes puntos:
Los
pavimentos deben asentarse sobre subrasantes constituidas por
materiales que reúnan unos requisitos mínimos, claramente establecidos.
Son capas de pavimento las de rodadura, base y subbase, pudiendo no existir esta última.
El
tratamiento a dar los terraplenes, terraplenes y cortes deben ser
congruentes. La situación anterior a 1975 era en este punto
especialmente desigual, pues mientras en los terraplenes se exigía una
coronación de 0,50 m
de materiales adecuados y un núcleo de materiales tolerables, con unas
prescripciones rigurosas, en los cortes no se exigía a los suelos de la
subrasante una cierta calidad ni un espesor determinado.
La
escasez de materiales locales apropiados y la cada vez más obligada
utilización de los materiales de la propia explanación, hacen
recomendable el empleo de los suelos estabi lizados con cemento o con
cal.
La capacidad de soporte de la subrasante se evalúa mediante el CBR.
Se
considera fundamental el adecuado drenaje de la subrasante, no
aceptando la posibilidad de un drenaje deficiente a compensar con un
mayor espesor del pavimento.
Las características de los materiales quedan especificadas en el Pliego de Prescripciones
Técnicas Generales y en las prescripciones complementarias señaladas en la Instrucción.
a) Clasificación de las subrasantes
La
categoría le corresponde a las subrasantes normales, utilizadas hasta
ahora, por ejemplo en terraplenes con coronación de suelo adecuado. A
partir de 1986 este tipo de subrasante se considera como insuficiente
para carreteras importantes con un tránsito pesado e intenso, como las
autopistas y autopistas, por lo que no se admiten.
En
1975 se aplicó el método or19inal CBR de cálculo de espesores de
pavimento al caso de un terraplén constituido por un núcleo y una capa
de coronación de diferentes CBR, obteniéndose el espesor de material
necesario sobre cada zona del terraplén para un tránsito dado. Por
diferencia se calculó el espesor de la capa de coronación (de CBR da-do)
para el CBR del núcleo.
Los
espesores así hallados dan la pauta de los valores mínimos exigidos en
la clasificación de cortes. En cambio en los terraplenes y pedraplenes
se mantuvo el espesor tradicional de 50 cm
de la coronación, criterio algo conservador, particularmente con
núcleos de buena calidad y coronaciones de calidad estricta. El
diferente tratamiento dado a terraplenes y cortes justifica por la mayor
repercusión económica que tendría el criterio citado en los cortes, al
obligar a una mayor excavación y sustitución de materiales. En el caso
de los terraplenes, se tratará en general de una adecuada distribución
de los suelos excavados.
En secciones a media ladera se adoptará para el corte la misma solución que para el terraplén.
Actualmente
se encuentra en revisión, pues las distintas alternativas no pueden
considerarse estrictamente equivalentes; y por otra parte, los avances
experimentados por los equipos de estabilización de suelos permiten
obtener con total garantía espesores de capas estabilizadas muy
superiores a los 15 cm contemplados en la Instrucción.
Una
clasificación de la subrasante más tradicional en los pavimentos
rígidos basada, por ejemplo, en el módulo de reacción k, no mejoraría el
diseño del pavimento y complicaría el trabajo del diseñador, en
particular al estudiar soluciones equivalentes de pavimentos rígidos y
flexibles. Por ello el factor subrasante tiene la misma consideración
para ambos tipos de pavimento. Salvo justificación en contrario, las
subrasantes se dividirán de forma que cada tramo de una cierta categoría
tenga al menos una longitud de 500 m.
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